En más de una ocasión para todos aquellos amantes de la poesía y las letras la imprescindible vinculación a los poetas de todos los tiempos de alguna manera a influenciado en nuestra forma de mirar las cosas desde el enfoque espiritual e intelectual; no hay artes lírico más notable y puro que la poesía donde las palabras se mezclan y forman hermosas frases que plasman los sentimientos más tiernos del interior espiritual del ser humano.
Recordemos a los inolvidables vates de nuestra poesía aquellos que a través de sus poemas nos hicieron vivir hermosas e inolvidables historias de amor, de tristeza y melancolía, de patriotismo y de tributo a la muerte, entre ellos encontramos aún Medardo Ángel Silva Rodas cuyo análisis acerca de su vida y obra lo publicáramos en anteriores entregas, su principal inspiración fue la misma muerte debido a que su domicilio se ubicaba en la calle que daba justo a la puerta principal del cementerio observando todas las tardes los cortejos fúnebres forjando una personalidad tímida, solitaria y triste además de haber quedado huérfano a corta edad (1902), otro ejemplo el vate latacungueño Juan Abel Echeverría Munive cuya poesía hasta la actualidad es recomendada para todo aquel que desee conocer la poesía latacungueña, aquellos versos cargados de patriotismo y sensibilidad que fueron adulados por la sociedad de la época, o como aquel poema que dedicara a su esposa Lucinda Iturralde Tinajero con motivo de su fallecimiento, no podemos tampoco dejar de lado al celebre jurisconsulto y poeta latacungueño Dr. Alberto Varea Quevedo autor del Himno de Latacunga y otros poemas que enriquecen su legado literario, considerado por muchos como uno de los mejores poetas contemporáneos de Cotopaxi, su repertorio de poemas son incalculables todos ellos marcados de una esencial naturalidad de verso y coherencia que se transmite a través de cada una de sus palabras, otros respetables personajes de la poesía cotopaxence son Hernán Iturralde Egas, Sócrates Edmundo Hernández, Galo Torres Mackluf, Jorge Rodrigo Poveda, Carlos Villacís Endara, Hilda Gallo Endara de Hernández, Violeta Terán Arellano, entre otros valores que son recordados por los amantes del misterioso y fascinante mundo de las letras.
Simplemente la naturalidad de poder establecer la relación entre la mente y la poesía es algo fascinante que solo aquel que mira más allá del verso, de la rima y de las letras comprenderá, acompañada de una taza de chocolate que mitigue los sinsabores del destino y endulce las tristezas del camino, de aquel sendero donde solo existen dos polos el ser humano y la literatura, dos mundos similares que fusionados crean un espacio sublime y mágico donde solo la literatura es el único medio de comunicación, para los intelectuales, los amigos, los cultivadores del arte literario.
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