lunes, 21 de marzo de 2016

LA ROSA NO SE MARCHITARA, LLEVARA TU NOMBRE

lunes, 21 de marzo de 2016


Por: Paúl Oswaldo Rivera Berrazueta 

¨Los libros no están hechos para que uno crea en ellos,
 sino para ser sometidos a investigación.
Cuando consideramos un libro,
 no debemos preguntarnos qué dice,
sino que significa¨
                                                                                                                                                                 UMBERTO ECO

UMBERTO ECO BISIO 
Foto: twitter.com
A un mes de la tristemente partida a otro plano del gran escritor y filósofo italiano Umberto Eco nacido en Alessandria, Piamonte, 1932, Se doctoró en filosofía en la Universidad de Turín, Desde 1971 ejerció su labor docente en la Universidad de Bolonia, donde ostentó la cátedra de Semiótica. Es por el lado de la semiótica, que este hombre es indispensable en el estudio y tratamiento de los signos y la composición de un texto (esto para los amantes de las letras y la escritura), hombre que amalgamo con su afán prolífico en sus escritos todo ese pensamiento de la cultura popular y de los giros del lenguaje, también le da un misterioso significado estructural al medioevo.

Foto: bibliotecapersonalfagf.blogspot.com
Yo lo recuerdo en mis juventudes, cuando tuve la oportunidad de leer y analizar su gran obra el nombre de la rosa (1980), obra que al leerla, te transporta a una especie de novela policiaca y detectivesca, donde los misterios tipificados por el signo y la comprensión, definen a la obra desmembrándola parte por parte, palabra por palabra, convenciéndonos del estudio de la época religiosa del siglo XIV y el oscurantismo de la edad media.

La belleza de las obras de Umberto tiene un carácter comunicacional, ya que de eso se trata el comprender un texto. También nos demuestra su interés de la filosofía universal y la teología, de hecho, su tesis versó sobre El problema estético en Santo Tomás (1956). A raíz de esto, dejo de creer en dios y se apartó de la iglesia Católica Romana. Este tratamiento vanguardista se lo puede apreciar en otra obra como Obra abierta (1962), y un recorrido por la cultura de masas en Apocalípticos e integrados (1964), demostrando así su completa visión de la escritura.

Sean Connery protagonizo "El Nombre de la Rosa" película basada en la obra homónima de Umberto Eco.
Foto: cinergetica.com.mx

En otra de sus obras cumbre en el tratamiento semiótico de sus escritos está el péndulo de Foucault (1988), texto imprescindible en universidades donde se trata análisis y composición de textos, este libro nos transmite un interesante viaje por las tradiciones ocultistas, masónicas de la metáfora de la irracionalidad relacionada a ese torcido camino del terrorismo y las mafias.


Su extraordinaria forma narrativa de sus obras contribuyó a desmenuzar ideas acerca de esoterismo, la irracionalidad, el tiempo, la memoria y el viaje. También analiza al periodismo y su crisis. El gran Umberto Eco no solo se distinguió como un excelente maestro de semiótica, también demuestra que hay que insistir en la comprensión de la cultura de masas, donde encuentra el camino, tal vez ya no utópico de que la cultura pop no es solo entretenimiento vago y ocioso de las multitudes, sino, es en lo absoluto una manera de avanzar evolutivamente, derribando los muros de la falta de comunicación en las sociedades modernas.

Umberto Eco falleció en su casa de Milán la noche del viernes 19 de febrero de 2016, a los 84 años de edad.

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