Parece incierto que han transcurrido ya 104 años desde la muerte trágica del "Viejo Luchador" acaecida en las polvorientas y empedradas calles del Quito de principios del sigo XX, para muchos se ha considerado como uno de los episodios trágicos de nuestra historia donde se derramo la sangre inocente de aquellos que simplemente lucharon por una patria equitativa y soberana en beneficio de todos sin los intereses personales, aquellos valientes liberales que más allá de ofrendar sus vidas dejaron trazados los caminos del desarrollo y de una nueva ideología política el Liberalismo.
En la Sierra el sistema económico se había incrementado a través de los latifundios y propiedades agrícolas mientras en la Costa tuvo menos importancia debido a conflictos internos, ataques, enfermedades tropicales y trabajos forzados pero a través de las reformas borbónicas mediante las cuales se levantaron varias prohibiciones lo que permitió fuera más viable la exportación de cacao y otros productos tropicales que permitió un realce económico principalmente en la ciudad de Guayaquil que se convirtió en el eje principal de la economía del litoral. Esta rivalidad entre serranos y costeños se mantuvo hasta después de establecida la República del Ecuador en 1830, estableciéndose con el tiempo tres ejes que comenzaron a convertirse en los puntos claves de la economía Guayaquil, Quito y Cuenca.
Eloy Alfaro jugo un papel trascendental durante esta época donde todavía se cometían abusos en contra de los trabajadores de las haciendas y otros sectores productivos que se veían con sus derechos violentados surgiendo hacia los llamados Montoneras que surgieron en el agro costeño a partir de 1825 los mismos que profesaban un carácter reivindicativo y de resistencia popular, con ellos se procuro hacer valido los derechos de aquellos que aún vivían en esclavitud. Las Juntas Liberales surgidas se dividirían con el tiempo convirtiéndose así en los llamados Conservadores liderados principalmente por las familias aristocráticas de la Sierra, debemos aquí citar a los seguidores del liberalismo radical una tendencia política que se establecería con bases sólidas que se encontraban vigentes hasta la década de los ochenta.
La imagen de Alfaro hasta nuestros días es un modelo a seguir de todos aquellos que mantienen sus principios ideológicos en la igualdad y la responsabilidad, debemos aquí citar a todos aquellos latacungueños que integraron las filas liberales de nuestra provincia aún en las remembranzas del tiempo se escuchan los nombres de Euclides Salazar Pazmiño, Trajano Naranjo Jácome, Gonzalo Karolys Andino, César Moya Sánchez, Jorge Montalvo León, Raúl Coronel Arellano, Modesto Maldonado Rivadeneira, Aurelio Maldonado Toledo, César Maldonado Cassola, Cristóbal Villacís, Hernán Iturralde Egas, Jaime Ricaurte Ricaurte, Víctor Hugo Muñoz Hinojosa, Gonzalo Alarcón Naranjo, Aníbal Espíndola, Oswaldo Calero Noroña, Miguel Ángel Rivas Cadena, León Garcés Granja, Hernán Gutiérrez Villacís, Carlos Jarrín Rivas, Leonardo Moscoso Moreno, Raúl Jácome Salvador, Rodrigo Tovar León, entre otros cuyos nombres son todavía recordados por coterráneos de la tierra de los "MASHCAS", un sin fin de personajes que enaltecieron el nombre de esta ciudad y de sus respectivos cantones levando consigo los principios del Liberalismo por el progreso de una nueva patria, la historia los recordara por siempre en la memoria colectiva de su pueblo.
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