EDITORIAL
Hace unos cuantos meses en un diario digital de la Provincia de Cotopaxi con gran asombro leía que nuevos internos eran transferidos a nuestra ciudad al CRS Cotopaxi desde otras provincias de nuestro país, aumentando así la población de los internos del mencionado centro de detenciones inaugurado en el presente gobierno.
Es algo notorio el gran cambio que ha sufrido nuestra ciudad desde la llegada de la cárcel a nuestra ciudad, tema que ha sido de gran debate entre la ciudadanía y los personeros que fungían en la administración de entonces, principalmente por sucesos que han despertado el temor de los ciudadanos residentes en Latacunga tras varios escenarios delictivos como el suscitado en el Almacén El Trébol ubicado en el sector de San Agustín o el deceso por asalto a un joven que motivo que ciudadanos y familiares del implicado marcharan por la ciudad exigiendo mayor seguridad.
Los cambios que se han generado de alguna manera ha llevado a que las calles latacungueñas se vean desoladas durante la noche por temor a sufrir atracos de aquellos merodeadores nocturnos que frecuentan los sectores considerados como zona roja. La ciudadanía se ha organizado para proteger a sus vecinos pero pocos son los barrios que han optado por este método para frenar la inseguridad, ya que algunos sitios carecen de una UPC que permita atender las inquietudes de la ciudadanía, pero son cosas que solo Dios sabe cuando se cristalicen.
Nuestra ciudad deberá luchar contra la inseguridad, las sexo servidoras en calles aledañas a sectores comerciales; de una manera transparente y sociable, por ello se han conformado los llamados COLECTIVOS CIUDADANOS para elevar su voz a las autoridades exigiendo el cumplimiento de las leyes y ordenanzas para que están no sean vulneradas por aquellos malos ciudadanos, Latacunga se levanta en apoyo a erradicar estas acciones que opacan a nuestra culta e hidalga ciudad.
Como único incentivo de nuestra ciudad y Provincia es el avecinamiento de tiempos mejores para el país, esperando que aquellos temas que por más inofensivos parezcan también requieren de atención uno de ellos que ha pasado siempre desapercibido la construcción de albergues para los animalitos callejeros de las calles de nuestra urbe, colectivos como Latacunga Animalista, Pujilí Animalista o SOS Salvando Patitas por inclinaciones propias han tomado en cuenta en darles un mejor trato y protegerlos a aquellos desdichados seres, que siempre han sido vistos como algo sin importancia por autoridades excepto en Loja donde el burgomaestre de aquella ciudad sugirió una descabellada solución que se acercaba al exterminio.
Solo resta esperar que los tiempos cambien, las situaciones emergentes y olvidadas tomen otro rumbo para ser prestadas atención, simplemente hacer referencia a ciertos pormenores de una ciudad y Provincia que requiere avanzar al desarrollo como siempre nos hemos identificado los latacungueños - cotopaxenses, sin adornos ni intereses personales simplemente servir a nuestra ciudad y su gente, pero también debemos prestar atención a aquellos seres que requieren de nosotros, los detalles salen sobrando pero la solidaridad de los latacungueños aguarda a ser una mano amiga.
Finalmente solo resta decir que todas aquellas falencias sean solucionadas por el diálogo, el empeño y el interés de ayudar y sugerir soluciones, sin llegar a roses políticos que simplemente distancian a nuestra gente, el mundo no puede cambiar si el cambio no empieza por nosotros.
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